Hoy 17 de agosto nos encontramos
para recordar al Padre de la Patria, en un nuevo aniversario de su
fallecimiento, Don José de San Martín.
El General San Martín fue uno de
los grandes conductores de la historia universal, su figura trasciende el
ámbito militar para proyectarse como gran estratega y conductor político. Con
su visión estratégica percibió claramente cuál era el camino que debían
transitar los pueblos americanos para constituirse en naciones libres y
soberanas.
Su obsesión fue la libertad de
su patria. Ese fue el objetivo que lo desveló hasta el momento de su muerte. He
aquí la razón de su mandato: “seamos libres, que lo demás no importa”.
El Libertador también nos enseñó
que no es posible encarar un proyecto común de un país sin unidad nacional;
condición necesaria para superar cualquier desafío, para alcanzar los sueños
más anhelados, en síntesis, para el éxito de toda gran empresa. Los pueblos
siempre evocan su pasado de gloria; en tiempos sin apremios, para rendir
homenaje de agradecimiento y reconocimiento a sus próceres por sus obras; en
épocas de crisis, para buscar en ellos los ejemplos necesarios para enfrentar
los grandes desafíos.
Hoy, volvemos nuestra mirada al
general José de San Martín para nutrirnos de sus convicciones y de su conducta
y explorar en su ejemplo soluciones para la difícil situación que vivimos. La
gesta sanmartiniana nos recuerda que hubo argentinos que pudieron vencer todos
los obstáculos y que, con coraje y con valor, con honradez e inteligencia, se
puede servir a la patria dignamente.
Para el logro de esa gran
nación, hoy más que nunca, debemos reafirmar lo que exclamó el padre de la
patria: “compatriotas, la patria existe y triunfará”.
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