El
25 de mayo se conmemora la constitución
del primer gobierno patrio gracias a un proceso que consistió en una serie
eventos revolucionarios ocurridos durante la semana del 18 al 25 de mayo de
1810. Semana conocida como “Revolución de mayo”.
Durante la mañana del 25 de mayo una
multitud se congregó en la actual Plaza de Mayo, llamada Plaza de la Victoria,
reclamando la renuncia definitiva del virrey Cisneros y la conformación de otra
Junta de gobierno.
El reconocido historiador Felix Luna
sostiene que hubo dos grandes valores que circulaban durante la Revolución: el
bien común que culminó en la llamada soberanía popular. El primero de ellos
tiene que ver con que el bienestar común de la población local primaba por
encima de las medidas propuestas por la autoridad monárquica; el segundo de
ellos sostiene que el pueblo debe designar a sus gobernantes.
El 25 de mayo es un día de fiesta,
de alegría, de reunión, de movilizaciones, de encuentro. ¿Cómo pensar y
transitar esta fecha tan importante en tiempos de cuarentena, en tiempos tan
complejos como el que nos tocó vivir? ¿Cómo vivir la fiesta patria sin espacios
de encuentro donde pensar, hacer y festejar juntos?
La Revolución de Mayo se vio
transida por valores como libertad, autonomía, independencia y soberanía. En
este tiempo tan difícil algunos de estos valores, de forma distinta, vuelven a
ponerse a prueba. Pero hay algo que siempre prevalece en tiempos de crisis y es
el bien común. En este sentido, creemos fundamental encontrar o hacernos el
espacio para pensar al respecto.
A
pesar de no poder juntarnos o encontrarnos para festejar esta fecha tan
importante de nuestra historia, el esfuerzo social que todxs estamos llevando a
cabo implica un nivel de diálogo, solidaridad, tolerancia, compromiso y responsabilidad
social inéditos.
No
podremos juntarnos ni abrazarnos en la plaza para celebrar, pero sí estamos
juntos y abrazándonos a la distancia, donde podemos, como podemos y cuando
podemos.
Hace
210 años el enorme esfuerzo revolucionario no fue propio y único de un puñado
de personas, fue un esfuerzo colectivo del que todxs formaron parte, con más o
menos visibilidad. Nuevamente, hoy nos toca a todxs hacer el esfuerzo necesario
para volver a reunirnos y recordar juntos este 25 de mayo tan atípico.
¿Se
animan a pensar y a compartir las formas y maneras que encuentren a solas o en
familia para recordar esta fecha?
Prof. Tosi